sábado, 19 de diciembre de 2020

Cierre parcial Diciembre 2020

 Hola chicos.

Comunico que  aprobaron en la instancia de diciembre:  Bircher Kevin, Erard, Gerchen , Quie, Rodríguez  

Continúan en la instancia de febrero 2021: Bartizaghi, Galiasso, Hinz, Machado

Felices vacaciones!!!!

martes, 15 de diciembre de 2020

PRÓXIMO ENCUNETRO

 Hola chicos! 

Les aviso que mañana  , miércoles 16-12 deben concurrir a la escuela para defender su trabajo integrador, quienes lo presentaron, y acordar la instancia de febrero,  quienes deban continuar su proceso de aprendizaje:

 13,15hs: - Bircher, Kevin,  Erard, Galiasso, Gerchen, Quie

  14 hs:   Hinz, Bartizaghi, Machado, Rodríguez       

Recuerden asitir con barbijo. Saludos.       

jueves, 3 de diciembre de 2020

Trabajo integrador para diciembre

 

Trabajo integrador

Espacio curricular: Lengua y Literatura

Curso: cuarto año

Profesora: Rita Walter

Alumno/a:………………………………………………………………..

Fecha de entrega de las consignas de trabajo por parte de la profesora: 1/12/2020

Entrega de la producción por parte del alumno/a: 8/12/2020

Devolución y defensa virtual del trabajo: 14 al 16/12/2020

DEBERÁN ENVIAR ESTE TRABAJO A MI CORREO

walterrita109@gmail.com


1- Releé el tema de tu aula virtual, Movimientos artísticos y luego resolvé.  Observá la siguiente pintura, “ El nido” ¿Qué sensaciones y emociones te moviliza?.

1-1-Explicá tres rasgos vanguardistas.

El nido

Año: 1983.

Autor: Usandizaga, Julián.

Juncal, Santa Fe, 1932. Rosario, Santa Fe, 2020

Técnica: Dibujo en grafito. Medidas: 68 x 53 cm. Año ingreso: 2019.

Forma ingreso: Donación del artista.

Nro. registro: 00999544.

Ubicación de obra: Reserva Colección de obras. Museo de la Memoria.

https://www.museodelamemoria.gob.ar/page/obra/id/128/Usandizaga%2C-Juli%C3%A1n/El-nido F

2- Shakespeare creó dentro de “Otelo”, personajes con profundidad psicológica. Fundamentá comentando 4 ejemplos de “Otelo”.

3- Caracterizá el juez del entremés de Cervantes  en aproximadamente 5 oraciones. 

4- ¿Por qué el “Quijote” de Cervantes es un considerada una obra barroca? Explicá dos antítesis presentes en los personajes y en la temática.

5- ¿Por qué los personajes de Cervantes no son tipos? ¿Cómo evolucionan?

Aviso importante!!!!!

  Hola chicos!!!!

Les comunico que a partir de hoy,   han culminado  parcialmente su proceso de aprendizaje de la unidad pedagógica 2020-2021, los siguientes alumnos:

Gonzalo Alvarez, Valentina Bagnera, Kevin Bechis, M. Fernanda Bircher, Malena Calvimonte, Yamil Dupertuis, Santiago Furlotti, Camila Gómez, Sabrina Gutiérrez, Joaquín Hubeli, Facundo Kempfer, Avril López, Milagros López, Antonella Mayal, Facundo Menossi, Jerónimo Monguzzi, Nicole Ratghe, Gaspar Ribero, Gabriel Ríos, Josefina Santellán , Emir Schnell, Mayra Schnell, Sofía Steimbach, Taiel Vega, Maite Williner y  Juan Walker

Felicitaciones por su trabajo  perseverante y responsable durante todo el año. Realmente se destacan por haber superado los obstáculos y lograr los objetivos propuestos. En todo momento buscaron el modo de superar la falta de conectividad o el modo de resolver correctamente las actividades, e incluso, las rehicieron cuando se los solicité.

Con el resto de los alumnos continuamos trabajando. Más tarde, subo al blog  un trabajo integrador para resolver  en forma individual y entregar  el 8-12. Saludos.   

martes, 17 de noviembre de 2020

Grabación

 Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada.


Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter

Hora: 18 nov 2020 01:15 PM Buenos Aires, Georgetown


Unirse a la reunión Zoom

https://us04web.zoom.us/j/73437359417?pwd=YitUU1dmK0JxS2lOblB0dVJ6SE5wQT09


ID de reunión: 734 3735 9417

Código de acceso: 9Eni2H


lunes, 16 de noviembre de 2020

Ensayo general

 Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada.


Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter

Hora: 16 nov 2020 04:15 PM Buenos Aires, Georgetown


Unirse a la reunión Zoom

https://us04web.zoom.us/j/76051703911?pwd=ZEJLNkkyQkF4dUZXWlRVT3ZWUURxUT09


ID de reunión: 760 5170 3911

Código de acceso: 8uT4Th


viernes, 13 de noviembre de 2020

Videollamada

Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada. Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter Hora: 13 nov 2020 02:00 PM Buenos Aires, Georgetown Unirse a la reunión Zoom https://us04web.zoom.us/j/78969869070?pwd=ZUpqb2wwYkI5TEExNU5qSFU2VWpndz09 ID de reunión: 789 6986 9070 Código de acceso: 8b2u05

miércoles, 11 de noviembre de 2020

Zoom

Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada. Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter Hora: 12 nov 2020 01:15 PM Buenos Aires, Georgetown Unirse a la reunión Zoom https://us04web.zoom.us/j/75914843612?pwd=dWNXTVR1bUJnY0VocEpsdys5dEdVUT09 ID de reunión: 759 1484 3612 Código de acceso: 4KpkZb

lunes, 9 de noviembre de 2020

Obrita . En marcha!

Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada. Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter Hora: 9 nov 2020 03:15 PM Buenos Aires, Georgetown Unirse a la reunión Zoom https://us04web.zoom.us/j/78125996850?pwd=cmdiQVJBcEZYMS93N0pLOFE1RC9WZz09 ID de reunión: 781 2599 6850 Código de acceso: 6ypgk6 Los invito a entrar y leer la adaptación que hicieron sus compañeros , para poder opinar esta tarde. Gracias. https://docs.google.com/document/d/1DaAJ37AQc8ngKwQZaj2zs83g92gDj-yC0uaBL6c2V-8/edit?usp=sharing

lunes, 19 de octubre de 2020

Comunicación importante

 Estimados alumnos:

Alvarez, Gonzalo

Bartizaghi, Axel

Galiasso , Javier

Machado, Francisco

Walker,  Juan

 

Como ya comuniqué por correo electrónico el 24-9, el examen previo de Lengua de tercer año es el miércoles 28-10 a las 13,30hs. 

Solo recibí el trabajo escrito  de Gonzalo Alvarez.  Recuerden que  si no presentan su trabajo escrito, no tienen derecho a la instancia oral. Recibo los trabajos por correo ,  hasta este miércoles 21-10 como último plazo.  

Saludos 

domingo, 18 de octubre de 2020

Pensando la obrita de cuarto...

 

Este análisis del  entremés cervantino pueden ayudarles a leer la obra , a comprenderla mejor para adaptarla. 

Les dejo el link para acceder al pdf


https://drive.google.com/file/d/19TMXmfQFKPK0oP4N2GNBI0wdqJz8bjmx/view?usp=sharing


Espero que todos lean la obrita que les propongo y el análisis, para ver si podemos armar un video, para fin de año. Espero sugerencias. 

Hasta la próxima videollamada . CARIÑOS


jueves, 15 de octubre de 2020

Aviso

Hola chicos. Espero que ustedes se encuentren bien .   Les comunico que a mi marido lo hisoparon  por Covid el martes así que estamos en cuarentena  , junto a mi mamá de 83 años. Espero que siga todo bien y  apenas pueda seguimos trabajando y subo material, un poco más despacio, pero seguimos.  Gracias por entender . Saludos.  

miércoles, 14 de octubre de 2020

Invitación videollamada

 Hola chicos!!!!

Los espero esta tarde para comentar   El texto de Cervantes, "El juez de los divorcios"

Sería bueno que tengan el texto a mano como para leer  algunos fragmentos juntos. 

Los espero!!!!!

Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada.


Tema: Zoom meeting invitation - Reunión de Zoom de Rita Walter

Hora: 14 oct 2020 01:45 PM Buenos Aires, Georgetown


Unirse a la reunión Zoom

https://us04web.zoom.us/j/74695181445?pwd=aXNPRUtMTDc5Qk1HSTRHUXdLNWNFZz09


ID de reunión: 746 9518 1445

Código de acceso: 6mTLfa


lunes, 12 de octubre de 2020

Yo estoy pensando en la obrita de cuarto....

 Hola chicos.....

Yo pensaba en la obrita de cuarto...Y si hacemos algo virtual?


Este es un entremés  de Cervantes. Corto . Un solo acto. Y podrían ir filmando por partes  , no más de 4 personas por vez. Al aire libre. Con distancia.  y distribuimos papeles 

Director

Adaptación del texto

Filmación

Edición 

Asesor de vestuario

Peinados

Publicidad y difusión en las redes.

Hay por lo menos 12 personajes...


Qué les parece????????

  


Abajo

Entremés del Juez de los divorcios

Miguel de Cervantes Saavedra





   -fol. 220v-  

 

Sale el JUEZ, y otros dos con él, que son ESCRIBANO y PROCURADOR, y siéntase en una silla; salen el VEJETE y MARIANA, su mujer.

 
 

MARIANA.-   Aun bien que está ya el señor juez de los divorcios sentado en la silla de su audiencia. Desta vez tengo de quedar dentro o fuera; desta vegada tengo de quedar libre de pedido y alcabala, como el gavilán.

 

VEJETE.-   Por amor de Dios, Mariana, que no almonedees tanto tu negocio: habla paso, por la pasión que Dios pasó; mira que tienes atronada a toda la vecindad con tus gritos; y, pues tienes delante al señor juez, con menos voces le puedes informar de tu justicia.

 

JUEZ.-   ¿Qué pendencia traéis, buena gente?

 

MARIANA.-   Señor, ¡divorcio, divorcio, y más divorcio, y otras mil veces divorcio!

 

JUEZ.-  ¿De quién, o por qué, señora?

 

MARIANA.-  ¿De quién? Deste viejo que está presente.

 

JUEZ.-   ¿Por qué?

 

MARIANA.-   Porque no puedo sufrir sus impertinencias, ni estar contino atenta a curar todas sus enfermedades, que son sin número; y no me criaron a mí mis padres para ser hospitalera ni enfermera. Muy buen dote llevé al poder desta espuerta de huesos, que me tiene consumidos los días de la vida; cuando entré en su poder, me relumbraba la cara como un espejo, y agora la tengo con una vara de frisa encima. Vuesa merced, señor juez, me descase, si no quiere que me ahorque; mire, mire los surcos que tengo por este rostro, de las lágrimas que derramo cada día por verme casada con esta anotomía.

 

JUEZ.-   No lloréis, señora; bajad la voz y enjugad las lágrimas, que yo os haré justicia.

 

MARIANA.-   Déjeme vuesa merced llorar, que con esto descanso. En los reinos y en las repúblicas bien ordenadas,    -fol. 221r-   había de ser limitado el tiempo de los matrimonios, y de tres en tres años se habían de deshacer, o confirmarse de nuevo, como cosas de arrendamiento; y no que hayan de durar toda la vida, con perpetuo dolor de entrambas partes.

 

JUEZ.-   Si ese arbitrio se pudiera o debiera poner en prática, y por dineros, ya se hubiera hecho; pero especificad más, señora, las ocasiones que os mueven a pedir divorcio.

 

MARIANA.-   El ivierno de mi marido y la primavera de mi edad; el quitarme el sueño, por levantarme a media noche a calentar paños y saquillos de salvado para ponerle en la ijada; el ponerle, ora aquesto, ora aquella ligadura, que ligado le vea yo a un palo por justicia; el cuidado que tengo de ponerle de noche alta cabecera de la cama, jarabes lenitivos, porque no se ahogue del pecho; y el estar obligada a sufrirle el mal olor de la boca, que le güele mal a tres tiros de arcabuz.

 

ESCRIBANO.-   Debe de ser de alguna muela podrida.

 

VEJETE.-   No puede ser, porque lleve el diablo la muela ni diente que tengo en toda ella.

 

PROCURADOR.-   Pues ley hay que dice, según he oído decir, que por sólo el mal olor de la boca se puede desc[as]ar la mujer del marido, y el marido de la mujer.

 

VEJETE.-   En verdad, señores, que el mal aliento que ella dice que tengo, no se engendra de mis podridas muelas, pues no las tengo, ni menos procede de mi estómago, que está sanísimo, sino desa mala intención de su pecho. Mal conocen vuesas mercedes a esta señora, pues a fe que, si la conociesen, que la ayunarían o la santiguarían. Veinte y dos años ha que vivo con ella mártir, sin haber sido jamás confesor de sus insolencias, de sus voces y de sus fantasías, y ya va para dos años que cada día me va dando vaivenes y empujones hacia la sepultura; a cuyas voces me tiene medio sordo, y, a puro reñir, sin juicio. Si me cura, como ella dice, cúrame a regañadientes; habiendo de ser suave la mano y la condición del médico. En resolución, señores: yo soy el que muero en su poder, y ella es la que vive en el mío, porque es señora, con mero mixto imperio, de la hacienda que tengo.

 

MARIANA.-   ¿Hacienda vuestra? Y ¿qué hacienda tenéis vos, que no la hayáis ganado con la que llevastes en mi dote? Y son míos la mitad de los bienes gananciales, mal que os pese; y dellos y de la dote, si me muriese agora, no os dejaría valor de un maravedí, porque veáis el amor que os tengo.

   -fol. 221v-  
 

JUEZ.-   Decid, señor: cuando entrastes en poder de vuestra mujer, ¿no entrastes gallardo, sano y bien acondicionado?

 

VEJETE.-  Ya he dicho que ha veinte y dos años que entré en su poder, como quien entra en el de un cómitre calabrés a remar en galeras de por fuerza; y entré tan sano, que podía decir y hacer como quien juega a las pintas.

 

MARIANA.-   Cedacico nuevo, tres días en estaca.

 

JUEZ.-   Callad, callad, nora en tal, mujer de bien, y andad con Dios, que yo no hallo causa para descasaros; y, pues comistes las maduras, gustad de las duras; que no está obligado ningún marido a tener la velocidad y corrida del tiempo, que no pase por su puerta y por sus días; y descontad los malos que ahora os da, con los buenos que os dio cuando pudo; y no repliquéis más palabra.

 

VEJETE.-   Si fuese posible, recebiría gran merced que vuesa merced me la hiciese de despenarme, alzándome esta carcelería; porque, dejándome así, habiendo ya llegado a este rompimiento, será de nuevo entregarme al verdugo que me martirice; y si no, hagamos una cosa: enciérrese ella en un monesterio y yo en otro; partamos la hacienda, y desta suerte podremos vivir en paz y en servicio de Dios lo que nos queda de la vida.

 

MARIANA.-   ¡Malos años! ¡Bonica soy yo para estar encerrada! No sino llegaos a la niña, que es amiga de redes, de tornos, rejas y escuchas, encerraos vos, que lo podréis llevar y sufrir, que ni tenéis ojos con que ver, ni oídos con que oír, ni pies con que andar, ni mano con que tocar: que yo, que estoy sana, y con todos mis cinco sentidos cabales y vivos, quiero usar dellos a la descubierta, y no por brújula, como quínola dudosa.

 

ESCRIBANO.-   Libre es la mujer.

 

PROCURADOR.-   Y prudente el marido; pero no puede más.

 

JUEZ.-   Pues yo no puedo hacer este divorcio, quia nullam invenio causam.

 

(Entra un SOLDADO bien aderezado y su mujer, DOÑA GUIOMAR.)

 
 

DOÑA [GUIOMAR].-   ¡Bendito sea Dios!, que se me ha cumplido el deseo que tenía de verme ante la presencia de vuesa merced, a quien suplico, cuan encarecidamente puedo, sea servido de descasarme déste.

 

JUEZ.-   ¿Qué cosa es déste? ¿No tiene otro nombre? Bien fuera que dijérades siquiera: «deste hombre».

 

DOÑA [GUIOMAR].-  Si él fuera hombre, no procurara yo descasarme.

 

JUEZ.-  Pues ¿qué es?

   -fol. 122r [222r]-  
 

DOÑA [GUIOMAR].-   Un leño.

 

SOLDADO.-    [Aparte.]  Por Dios, que he de ser leño en callar y en sufrir. Quizá con no defenderme ni contradecir a esta mujer el juez se inclinará a condenarme; y, pensando que me castiga, me sacará de cautiverio, como si por milagro se librase un cautivo de las mazmorras de Tetuán.

 

PROCURADOR.-   Hablad más comedido, señora, y relatad vuestro negocio, sin improperios de vuestro marido; que el señor juez de los divorcios, que está delante, mirará rectamente por vuestra justicia.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   Pues, ¿no quieren vuesas mercedes que llame leño a una estatua, que no tiene más acciones que un madero?

 

MARIANA.-   Ésta y yo nos quejamos, sin duda, de un mismo agravio.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   Digo, en fin, señor mío, que a mí me casaron con este hombre, ya que quiere vuesa merced que así lo llame; pero no es este hombre con quien yo me casé.

 

JUEZ.-   ¿Cómo es eso?, que no os entiendo.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   Quiero decir que pensé que me casaba con un hombre moliente y corriente, y a pocos días hallé que me había casado con un leño, como tengo dicho; porque él no sabe cuál es su mano derecha, ni busca medios ni trazas para granjear un real con que ayude a sustentar su casa y familia. Las mañanas se le pasan en oír misa y en estarse en la puerta de Guadalajara murmurando, sabiendo nuevas, diciendo y escuchando mentiras; y las tardes, y aun las mañanas también, se va de en casa en casa de juego, y allí sirve de número a los mirones, que, según he oído decir, es un género de gente a quien aborrecen en todo estremo los gariteros. A las dos de la tarde viene a comer, sin que le hayan dado un real de barato, porque ya no se usa el darlo. Vuélvese a ir, vuelve a media noche, cena si lo halla, y si no, santíguase, bosteza y acuéstase; y en toda la noche no sosiega, dando vueltas. Pregúntole qué tiene. Respóndeme que está haciendo un soneto en la memoria para un amigo que se le ha pedido; y da en ser poeta, como si fuese oficio con quien no estuviese vinculada la necesidad del mundo.

 

SOLDADO.-   Mi señora doña Guiomar, en todo cuanto ha dicho, no ha salido de los límites de la razón; y, si yo no la tuviera en lo que hago, como ella la tiene en lo que dice, ya había yo de haber procurado algún favor de palillos, de aquí o de allí, y procurar verme, como se ven otros hombrecitos aguditos y bulliciosos, con una vara en    -fol. 122v [222v]-   las manos, y sobre una mula de alquiler pequeña, seca y maliciosa, sin mozo de mulas que le acompañe, porque las tales mulas nunca se alquilan sino a faltas y cuando están de nones; sus alforjitas a las ancas: en la una un cuello y una camisa, y en la otra su medio queso y su pan y su bota; sin añadir a los vestidos que trae de rúa, para hacellos de camino, sino unas polainas y una sola espuela; y, con una comisión, y aun comezón en el seno, sale por esa Puente Toledana raspahilando, a pesar de las malas mañas de la harona, y, a cabo de pocos días, envía a su casa algún pernil de tocino y algunas varas de lienzo crudo; en fin, de aquellas cosas que valen baratas en los lugares del distrito de su comisión, y con esto sustenta su casa como el pecador mejor puede; pero yo, que ni tengo oficio [ni beneficio], no sé qué hacerme, porque no hay señor que quiera servirse de mí, porque soy casado; así que, me será forzoso suplicar a vuesa merced, señor juez, pues ya por pobres son tan enfadosos los hidalgos, y mi mujer lo pide, que nos divida y aparte.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   Y hay más en esto, señor juez: que, como yo veo que mi marido es tan para poco, y que padece necesidad, muérome por remedialle; pero no puedo, porque, en resolución, soy mujer de bien, y no tengo de hacer vileza.

 

SOLDADO.-   Por esto solo merecía ser querida esta mujer, pero, debajo deste pundonor, tiene encubierta la más mala condición de la tierra: pide celos sin causa, grita sin porqué, presume sin hacienda, y, como me ve pobre, no me estima en el baile del rey Perico; y es lo peor, señor juez, que quiere que, a trueco de la fidelidad que me guarda, le sufra y disimule millares de millares de impertinencias y desabrimientos que tiene.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   ¿Pues no? ¿Y por qué no me habéis vos de guardar a mí decoro y respeto, siendo tan buena como soy?

 

SOLDADO.-   Oíd, señora doña Guiomar; aquí, delante destos señores, os quiero decir esto: ¿por qué me hacéis cargo de que sois buena, estando vos obligada a serlo, por ser de tan buenos padres nacida, por ser cristiana y por lo que debéis a vos misma? ¡Bueno es que quieran las mujeres que las respeten sus maridos porque son castas y honestas; como si en sólo esto consistiese, de todo en todo, su perfección; y no echan de ver los desaguaderos por donde desaguan la fineza de otras mil    -fol. 223r-   virtudes que les faltan! ¿Qué se me da a mí que seáis casta con vos misma, puesto que se me da mucho, si os descuidáis de que lo sea vuestra criada, y si andáis siempre rostrituerta, enojada, celosa, pensativa, manirrota, dormilona, perezosa, pendenciera, gruñidora, con otras insolencias deste jaez, que bastan a consumir las vidas de docientos maridos? Pero, con todo esto, digo, señor juez, que ninguna cosa destas tiene mi señora doña Guiomar; y confieso que yo soy el leño, el inhábil, el dejado y el perezoso; y que, por ley de buen gobierno, aunque no sea por otra cosa, está vuesa merced obligado a descasarnos; que desde aquí digo que no tengo ninguna cosa que alegar contra lo que mi mujer ha dicho, y que doy el pleito por concluso, y holgaré de ser condenado.

 

DOÑA [GUIOMAR].-   ¿Qué hay que alegar contra lo que tengo dicho? Que no me dais de comer a mí, ni a vuestra criada; y monta que son muchas, sino una, y aun esa sietemesina, que no come por un grillo.

 

ESCRIBANO.-   Sosiéguense; que vienen nuevos demandantes.

 

(Entra uno vestido a lo médico, y es CIRUJANO, y ALDONZA DE MINJACA, su mujer.)

 
 

CIRUJANO.-   Por cuatro causas bien bastantes, vengo a pedir a vuesa merced, señor juez, haga divorcio entre mí y la señora doña Aldonza de Minjaca, mi mujer, que está presente.

 

JUEZ.-   Resoluto venís; decid las cuatro causas.

 

CIRUJANO.-   La primera, porque no la puedo ver más que a todos los diablos; la segunda, por lo que ella se sabe; la tercera, por lo que yo me callo; la cuarta, porque no me lleven los demonios, cuando desta vida vaya, si he de durar en su compañía hasta mi muerte.

 

PROCURADOR.-   Bastantísimamente ha probado su intención.

 

MINJACA.-   Señor juez, vuesa merced me oiga, y advierta que, si mi marido pide por cuatro causas divorcio, yo le pido por cuatrocientas. La primera, porque, cada vez que le veo, hago cuenta que veo al mismo Lucifer; la segunda, porque fui engañada cuando con él me casé, porque él dijo que era médico de pulso, y remaneció cirujano, y hombre que hace ligaduras y cura otras enfermedades, que va decir desto a médico la mitad del justo precio; la tercera, porque tiene celos del sol que me toca; la cuarta, que, como no le puedo ver, querría estar    -fol. 223v-   apartada dél dos millones de leguas.

 

ESCRIBANO.-   ¿Quién diablos acertará a concertar estos relojes, estando las ruedas tan desconcertadas?

 

MINJACA.-   La quinta...

 

JUEZ.-   Señora, señora, si pensáis decir aquí todas las cuatrocientas causas, yo no estoy para escuchallas, ni hay lugar para ello. Vuestro negocio se recibe a prueba; y andad con Dios, que hay otros negocios que despachar.

 

CIRUJANO.-   ¿Qué más pruebas, sino que yo no quiero morir con ella, ni ella gusta de vivir conmigo?

 

JUEZ.-   Si eso bastase para descasarse los casados, infinitísimos sacudirían de sus hombros el yugo del matrimonio.

 

(Entra uno vestido de GANAPÁN, con su caperuza cuarteada.)

 
 

GANAPÁN.-   Señor juez: ganapán soy, no lo niego, pero cristiano viejo, y hombre de bien a las derechas; y, si no fuese que alguna vez me tomo del vino, o él me toma a mí, que es lo más cierto, ya hubiera sido prioste en la cofradía de los hermanos de la carga, pero, dejando esto aparte, porque hay mucho que decir en ello, quiero que sepa el señor joez que, estando una vez muy enfermo de los vaguidos de Baco, prometí de casarme con una mujer errada. Volví en mí, sané y cumplí la promesa, y caséme con una mujer que saqué de pecado; púsela a ser placera; ha salido tan soberbia y de tan mala condición, que nadie llega a su tabla con quien no riña, ora sobre el peso falto, ora sobre que le llegan a la fruta, y a dos por tres les da con una pesa en la cabeza, o adonde topa, y los deshonra hasta la cuarta generación, sin tener hora de paz con todas sus vecinas ya parleras; y yo tengo de tener todo el día la espada más lista que un sacabuche, para defendella; y no ganamos para pagar penas de pesos no maduros, ni de condenaciones de pendencias. Querría, si vuesa merced fuese servido, o que me apartase della, o, por lo menos, le mudase la condición acelerada que tiene en otra más reportada y más blanda; y prométole a vuesa merced de descargalle de balde todo el carbón que comprare este verano; que puedo mucho con los hermanos mercaderes de la costilla.

 

CIRUJANO.-   Ya conozco yo a la mujer deste buen hombre, y es tan mala como mi Aldonza: que no    -fol. 224r-   lo puedo más encarecer.

 

JUEZ.-   Mirad, señores, aunque algunos de los que aquí estáis habéis dado algunas causas que traen aparejada sentencia de divorcio, con todo eso, es menester que conste por escrito, y que lo digan testigos; y así, a todos os recibo a prueba. Pero, ¿qué es esto? ¿Música y guitarras en mi audiencia? ¡Novedad grande es ésta!

 

(Entran dos músicos.)

 
 

MÚSICO.-   Señor juez, aquellos dos casados tan desavenidos que vuesa merced concertó, redujo y apaciguó el otro día, están esperando a vuesa merced con una gran fiesta en su casa; y por nosotros le envía[n] a suplicar sea servido de hallarse en ella y honrallos.

 

JUEZ.-   Eso haré yo de muy buena gana; y pluguiese a Dios que todos los presentes se apaciguasen como ellos.

 

PROCURADOR.-   Desa manera, moriríamos de hambre los escribanos y procuradores desta audiencia; que no, no, sino todo el mundo ponga demandas de divorcios; que, al cabo, al cabo, los más se quedan como se estaban y nosotros habemos gozado del fruto de sus pendencias y necedades.

 

MÚSICO.-   Pues en verdad que desde aquí hemos de ir regocijando la fiesta.

 

(Cantan los músicos.)

 
   Entre casados de honor,
cuando hay pleito descubierto,
más vale el peor concierto
que no el divorcio mejor.
    Donde no ciega el engaño
simple, en que algunos están,
las riñas de por San Juan
son paz para todo el año.
    Resucita allí el honor,
y el gusto, que estaba muerto,
donde vale el peor concierto
más que el divorcio mejor.
    Aunque la rabia de celos
es tan fuerte y rigurosa,
si los pide una hermosa,
no son celos, sino cielos.
    Tiene esta opinión Amor,
que es el sabio más experto:
que vale el peor concierto
más que el divorcio mejor.



 
 
FIN DESTE ENTREMÉS

Pueden ver para vestirse  los siguientes videos










Dos alumnos deberían hacer una adaptación a un lenguaje más actual .  Pueden usar el vos y el usted , que nos resultan más cercanos a los espectadores. 

Pueden inspirarse en el musical que vimos al principio de : 

 a-Dulcinea y Quijote

  

b-Dulcinea y Sancho

https://youtu.be/c8jsBP35BXM


sábado, 3 de octubre de 2020

Producción final sobre Quijote

 Hola chicos!!!!.

La propuesta es que de a dos, ustedes escriban un texto para el 9/10, usando "Quijote" de, Cervantes como Intertexto . Entreguen su producción en la parte de comentarios. Puede ser una nota de opinión, una reseña crítica, una entrevista, un poema, una canción, una carta abierta, una carta a alguno de los personajes . Aproximadamente una página.

Les dejo más material para pensar alguna "Quijotada": -Alguna entrevista a algún Bombero que puedan ubicar , virtualmente y les conteste algunas preguntas, casi a modo de homenaje. Los bomberos, verdaderos "Quijotes " de este tiempo - Para pensar la manipulación que hacen las redes sociales, y cómo actuar frente a estos gigantes de nuestro tiempo: #Santiago Bilinkis en Instagram #"Nada es privado" (película en Netflix) #El dilema de las Redes(Documental ) Espero buenos trabajos, consulten si lo necesitan . Saludos.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Videollamada. Corrección "Quijote" II parte

 Rita Walter le está invitando a una reunión de Zoom programada.


Tema: Mi reunión

Hora: 28 sep 2020 04:00 PM Buenos Aires, Georgetown

Hola chicos. 

Los trabajos que leí están Bien e hice comentarios marginales. Mañana ampliamos y compartimos lo resuelto. LOs que no tienen comentarios es porque no me hablitaron el acceso. En dos trabajos pedí  acceso porque directamente no pude leerlos. Saludos  

Unirse a la reunión Zoom

https://us04web.zoom.us/j/73556106696?pwd=MUNtQjJ2RnVHSTRUWGY5OU8vSE9sZz09


ID de reunión: 735 5610 6696

Código de acceso: 0MV93k


Hol

jueves, 17 de septiembre de 2020

El Quijote. Intertextos.

 18-9-Hola chicos!!!!!!

1- Aquí les dejo un cuento que me gusta mucho, de Jorge Franco (2004) "Donde se cuenta cómo me encontré con Don Quijote de la Mancha en Medellín, cuando la ciudad se llenó de gigantes inventados"

Es la historia de un nieto y su abuelo, a lquienes los une Quijote, nuestro personaje de ficción.  

DONDE SE CUENTA CÓMO ME ENCONTRÉ CON DON QUIJOTE DE LA MANCHA EN MEDELLÍN, CUANDO LA CIUDAD SE LLENÓ DE GIGANTES INVENTADOS CUENTO, 2004 (Fragmento) 

Por Jorge Franco

 La tuerca ya no era tuerca sino lo que mi abuelo hizo de ella. Mi abuelo hacía figuras con chatarra, con tuercas y tornillos, con restos de alambre, trozos de lata, resortes oxidados o lo que su mente creadora considerara aprovechable para armar la figura que estuviera dándole vueltas en la cabeza. Cualquier objeto le servía y mientras más extraño y disforme fuera, mucho mejor. Cuando yo era niño y caminaba junto a mi abuelo nos deteníamos con frecuencia porque él se quedaba mirando algo en el suelo, un pedazo abandonado de cualquier cosa y él, picado por la curiosidad, se agachaba a recogerlo, lo miraba, lo estudiaba, a veces decía «esto puede funcionar como pierna», lo soplaba fuerte para bajarle la mugre, se lo echaba en el bolsillo y seguíamos caminando por las calles de un Medellín que no se parecía al de ahora.

 Yo esculcaba el cajón donde mi abuelo guardaba las cosas encontradas, tan ajenas a mí que no podía darles nombre. Sólo después de un tiempo, cuando él ya había incorporado la pieza rara a la escultura cobraba sentido lo que antes no sabía qué era, mi abuelo lo había convertido en un pie, en una boca, en la farola de un carro, en la cola de un caballo o en el pétalo de una flor. 

Los chécheres que recogía algunas vez tuvieron nombre y otros usos, y fueron parte de un todo, pero cuando mi abuelo los tomaba en la mano ya eran lo que él pensaba hacer con ellos; así me dijo de un piñón todavía engrasado «esta es una corona de espinas», y días después me mostró a su Cristo crucificado en dos hierros ennegrecidos, hecho de clavos y arandelas, coronado por el piñón, y tan real, que la grasa que mi abuelo había dejado a propósito parecía sangre seca, la misma sangre histórica del muerto que nos endosan después de dos mil años. 

En otro momento que quisiera recordar con más claridad, aunque me ayudo de la imaginación para retocarlo, está mi abuelo trabajando en una figura que 2 parecía casi terminada. Lo encontré ajustando alambres, ganchos y garfios, levantando el armazón de un humano, sin nada de relleno. Como sostenido en el puro esqueleto se erguía un hombre de figura larga que sin tener una cara definida ya tenía semblante de viejo triste. Mi abuelo le había puesto barba puntiaguda y bigotes con esponjilla metálica, y cejas gruesas que parecían dos gusanos de acero. La figura frágil se apoyaba en una lanza y en la otra mano le hacía contrapeso una tapa de hierro, el abuelo dijo «ese es el escudo». Dio un par de pasos hacia atrás para ver su obra de lejos, inclinó la cabeza a un lado y luego al otro para buscar algo nuevo en cada ángulo, dijo «le falta la bacía en la cabeza, como la que confundió con el yelmo de Mambrino». 

Se me pierde en el olvido mi reacción a las palabras extrañas del abuelo, ¿qué podría estar diciéndome?, a lo mejor pensé que el abuelo ya comenzaba a enredarse, o tal vez no pensé nada y solamente le habré preguntado, señalando la escultura, «¿y este quién es?», y él me habrá mirado sorprendido, «cómo así, ¿no sabés quién es este?», se extrañaba de que no me hubieran hablado de él en el colegio, de que yo no lo hubiera oído mencionar antes, y como yo seguía con cara de despistado, él dijo «este es don Quijote», seguí en las mismas y le insistí «¿y ese quién es?», y más aterrado todavía, el abuelo me explicó «pues este es, nada más y nada menos, que el valeroso caballero don Quijote de la Mancha». 

Pude haber seguido con mi lista de preguntas, «¿por qué valeroso?», «¿dónde tiene la mancha?», «¿por qué es casi tan flaco como su lanza?», pero preferí ayudarle a escarbar en su cajón. Le pregunté «¿qué estás buscando?», él me dijo «algo que me sirva de bacía», «¿de qué?», pregunté, el abuelo dijo «el sombrero, don Quijote se ponía una bacía de sombrero», y me explicó con precisión de diccionario que la bacía era una vasija de metal usada por los barberos de antes para remojar la barba, poco honda, muy ancha y con una hendidura semicircular adaptable al cuello. Por mi expresión entendió que yo no había entendido nada y me dijo «es como una bacinilla que se pone aquí», se tocó la quijada y añadió «para afeitar la barba», y yo me reí de sólo pensar que alguien pudiera llevar una bacinilla por sombrero. Hubiera pensado que eran inventos del abuelo, uno más de los personajes y las historias que se ingeniaba para aferrarnos a un mundo que en pocos años desaparecería para nosotros, el mundo de la fantasía, al que creí que pertenecía don Quijote de la Mancha, y efectivamente, en el momento en que dejara de habitar de ese mundo y me hiciera adulto, iba a entender lo probable que era terminar con una bacinilla en la cabeza y bañado en mis propios excrementos. 

Yo crecía mientras el abuelo continuaba buscando entre los arrumes de chatarra la pieza que le sirviera de bacía a la figura inconclusa de don Quijote. No quería recortarla de un latón para hacérsela a la medida, quería encontrarla del tamaño y la forma precisa, sin que él tuviera que intervenir para modificarla, decía «si don Quijote vio en un cacharro su sombrero, yo tengo que encontrarlo en las ruinas de cualquier máquina». Se metía en los talleres a buscar entre los desperdicios, les describía a los mecánicos la parte que estaba buscando, insistía «tiene que tener una muesca como la de una medialuna», caminaba atento a lo que estuviera botado en una acera, me decía «si de pronto ves algo así en tu colegio», y yo le aclaraba «ya no estoy en el colegio, 3 abuelo, ya entré a la universidad», me decía «pues bueno, en la universidad», se quedaba pensando y decía «podrías preguntarles a los de ingeniería mecánica…», se quedaba pensando, sacudía la cabeza y decía «algún día aparece, a toda figura le llega la pieza que le falta». 

Una mañana el abuelo se asomó a la ventana y vio pasar por la calle a un chatarrero que iba en una carreta tirada por un caballo tan andrajoso y flaco como el mismo hombre que lo arreaba, la carreta iba llena de cachivaches y el abuelo salió de la casa corriendo para alcanzarla, llamó a los gritos al carretero, lo siguió al trote hasta que el hombre entendió que era a él a quien mi abuelo buscaba. El hombre miró el dibujo de la bacía que había pintado el abuelo, vista desde varios ángulos, el abuelo le aclaró «y tiene que ser de este mismo tamaño», el hombre le preguntó «¿y para qué la necesita?», el abuelo le respondió «para ponérsela de sombrero a don Quijote de la Mancha», el hombre le dijo desde la carreta «ah, entonces puede ser un poco más grande», mi abuelo negó, dijo «no, no, no puede quedarle grande», el chatarrero dijo «sí puede. Acuérdese de la risa de Sancho cuando don Quijote se puso en la cabeza la vasija que dejó el barbero por huir a la carrera, le quedaba grande y don Quijote pensó que el dueño debió de ser alguien con una cabeza enorme». El abuelo se quedó mudo cuando oyó a aquel hombre harapiento hablar con propiedad de un tema que todo el mundo menciona pero pocos conocen, los pormenores del Quijote, y más perplejo quedó cuando el hombre se dio vuelta para mirar la carga que llevaba y dejó ver que le faltaba una pierna.

 «La derecha», me contó el abuelo, «le falta de la mitad del muslo hacia abajo», le pregunté «¿camina en muletas?», el abuelo me dijo «sólo en una; tuvo que vender la otra en un apuro». Me contó que el hombre se llamaba Néstor, que había sido soldado, que todavía era joven y que perdió la pierna con una mina quiebrapatas que sembró algún desalmado; el abuelo me dijo «Néstor me invitó a subirme con él en la carreta para que buscara entre sus cacharros mientras él terminaba el recorrido», le pregunté «¿te subiste», él me dijo «claro, pero no para buscar la piecita sino porque me intrigó su conocimiento del Quijote». Contó el abuelo que mientras esculcaba entre las latas y los hierros iba preguntándole a Néstor cosas de su vida, que Néstor le dijo «cuando perdí la pierna quedé muy deprimido, creí que todo había terminado y en un ataque de rabia pedí que me llevaran el Quijote», el abuelo preguntó «¿por rabia?», «sí, por rabia», dijo Néstor y agregó «yo también caí en la trampa, como don Quijote». El caballo no quería seguir carreteando y Néstor le chifló para animarlo, el animal obedeció y Néstor le dijo al abuelo «el mundo de afuera es una trampa, señor», el abuelo le dijo «Benjamín», y Néstor le dijo «es una trampa, Benjamín, que se renueva a diario para que nadie se salve de caer». 

Luego supe que el abuelo había vuelto a encontrarse con Néstor, dos días después, y que esa vez también se subió en la carreta y lo acompañó en el recorrido. El abuelo seguía sin encontrarle sombrero a don Quijote, y con esa excusa salió otra vez a acompañar al chatarrero. De esa vez el abuelo no contó mucho, solamente dijo «Néstor vive en un tugurio», al rato volvió a decir «se sabe de memoria partes del Quijote y vive en un tugurio», y antes de irse a dormir, dijo, casi para sí mismo «le entregó la pierna a este país y vive en un 4 tugurio»; por cambiarle el tema le pregunté «¿y la bacía, abuelo?», me respondió «algún día aparece», como si ya no le importara. A la semana siguiente volvió a pasar Néstor y el abuelo se trepó a la carreta, esa vez sin excusas; yo lo vi subir y vi cuando saludó a Néstor de mano. 

Por esos días yo andaba con ganas de enamorarme por primera vez, de enamorarme en serio, no sabía de quién pero estaba muerto de ganas. Sin embargo, la situación no era propicia como para buscar amores. Medellín, mi ciudad, estaba enloqueciendo, había caído seducida por una alucinación, todos caímos confundidos por el espejismo del dinero, de la droga y el poder, y cuando aparecieron los síntomas de la demencia ya era muy poco lo que podíamos hacer por nosotros mismos. Yo le pregunté al abuelo «¿qué es lo que está pasando?», él se estaba alistando para salir de correría con Néstor, y mientras se acomodaba una cachucha a cuadros para proteger su calva del sol, me dijo «lo que te voy a decir me lo dijo Néstor, porque yo también le pregunté qué estaba pasando, él ha estado en la guerra y sabe más de estas cosas». Todos en Medellín nos preguntábamos lo mismo, «¿qué está pasando?», pero solamente unos pocos se atrevían a responder y los que respondían no atinaban con una respuesta que convenciera. «Que nosotros», había dicho Néstor, «todos nosotros habíamos inventado los gigantes para presumir de grandes, y que llevamos adentro un gigante falso para negar que en verdad todos somos enanos», yo dije «Néstor tiene más de loco que de enano», y al abuelo no le gustó mi comentario, le molestaba que últimamente nos hubiéramos vuelto muy prevenidos con Néstor, no nos parecía muy sensato que el abuelo anduviera por toda la ciudad encaramado en una carreta destartalada, acompañado de un desconocido que deliraba, aguantando las inclemencias del tiempo en una Medellín donde además de agua llovía metralla. Pero no había nada que hacer, cada vez que el abuelo oía los cascos del caballo y el chirriar de la carreta acercándose a la casa, abría los ojos emocionado, se calaba la cachucha, se aperaba de una ruana y salía sin despedirs


2- Le dejo un link, por si lo quieren escuchar, es una recreación del cuento de JOrge Franco

https://youtu.be/AC2EsO7Eke4


2. 1- Explicá dos relaciones intertextuales con la obra de Cervantes, en cuanto a tema y en cuanto a forma. Lo conversamos en próxima videollamada 3- Aquí va un bello poema que retoma a nuestro personaje, Quijote. Espero que lo disfruten . Analicen yo lírico, es decir quién habla en el poema, ;oyente lírico, es decir , a quién se dirige. Qué le dicé ? A través de que recursos literarios? Lo corregimos en próxima videollamada





BIRRI, Fernando: Devaneos del flaco hidalgo mientras se está muriendo

" El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha"
Paul Gustave Doré (Estrasburgo, 1832/París, 1883)
.
.
Estoy muriendo.
Lo sé.
Porque entreabro mis ojos
y veo frente a mí la realidad.
Esa enemiga.
Esa perra flaca
y gruñidora.
Buenos amigos me fueron los sueños.
Y el más fiel,
el delirio.
.
Sancho, Sancho,
en cualquier lugar que tú te encuentres ahora
no llores esta hora.
Tú ganaste.
Y cuando tú me decías:
"¡Son molinos!"
Yo lo sabía muy bien.
Pero quería mostrarte
-no demostrarte, mostrarte-
a ti que eras redondo
como el mundo, a ti que eras el mundo,
el valor de la metáfora.
.
Molinos o gigantes, brazos o aspas,
¿qué diferencia pasa
entre el fulgor de mi ojo
que se extingue
y aquella otra estrella,
Dulcinea,
muerta ha millones de años
que aún me sigue guiando?
.
Sancho, Sancho,
tú eres la verdad,
yo la mentira.
Pero cómo,
quién, dónde
se explica
que con mi muerte
se te va la vida.
.
.
.
.
Fernando Birri
(Argentina, 1925)